Un Campo Electromagnético o radiación electromagnética es una combinación de ondas que se propagan a través del espacio
transportando diminutos paquetes de energía (fotones) de un lugar a otro.
Por tanto, se trata de ondas con un
campo eléctrico y un campo magnético que provocan determinados efectos eléctricos y magnéticos de atracción y
repulsión en un espacio.
Estos paquetes de energía son emitidos
por fuentes naturales y artificiales.
Veamos ahora las principales características
de los dos tipos de campo que generan la radiación electromagnética.
Los campos eléctricos se producen
por cargas eléctricas que crean un voltaje o tensión, de manera que su magnitud
crece cuando el voltaje aumenta. Podemos estar hablando de una simple lámpara
apagada conectada a la corriente. Las unidades del campo eléctrico son voltios
por metro.
Los son el
resultado del flujo de corriente a través de los conductores o los dispositivos
eléctricos y es directamente proporcional a esa corriente; a más corriente más
campo magnético. Las unidades del campo magnético son Gauss (G) o Tesla (T).
Un dispositivo eléctrico que se enchufa,
es decir que se conecta a una fuente de electricidad tiene un campo eléctrico aún cuando el
aparato este apagado. Para producir un campo magnético, el aparato
debe estar enchufado y encendido de forma que fluya por él una corriente
eléctrica.
Los campos eléctricos se ven
apantallados o debilitados por los materiales que conducen la electricidad, aún
cuando esos materiales conduzcan muy pobremente la electricidad, como por
ejemplo los árboles, los edificios, y la piel humana.
Los campos magnéticos, sin embargo,
atraviesan la mayoría de los materiales y es por consiguiente más difícil
apantallarlo. Ambos, los campos eléctrico y magnético disminuyen rápidamente
cuando la distancia a la fuente aumenta.
Aunque los equipos eléctricos, los aparatos y las líneas de alta o media
tensión producen campos eléctricos y magnéticos,
las más recientes investigaciones han enfocado un potencial efecto sobre la
salud debido a la exposición sólo a campos magnéticos. Esto es porque algunos
estudiosepidemiológicos han informado
sobre el aumento del riesgo de cáncer asociado con las estimaciones de la
exposición a campos magnéticos. Ninguna asociación similar se ha encontrado
para los campos eléctricos; la mayoría de los estudios realizados no han
encontrado efectos biológicos debidos al campo eléctrico.
Sin embargo, no todas las radiaciones
electromagnéticas son iguales y, por tanto, no todas producen los mismos
efectos.
Veamos a continuación qué tipos de
radicaciones electromagnéticas existen:
Para poder identificar y diferencias las radiaciones
electromagnéticas introduciremos tres conceptos algo
más técnicos, estos son la longitud de onda, su frecuencia y su amplitud (que
viene a determinar su intensidad o potencia).
La longitud de onda describe la
distancia entre una cresta en la onda y la próxima cresta de la misma
polaridad, es decir, marca la longitud que recorre la onda durante un tiempo
igual a un período. La electricidad en Europa es alternante de 50 ciclos por
segundo, es decir, 50 Hz. En EEUU la frecuencia del campo eléctrico es 60 Hz.
Las Ondas Electromagnéticas pueden hacer
más o menos oscilaciones en un segundo, y al número de oscilaciones que hacen
lo llamamos “su frecuencia”, cuya unidad de medida es el Hertzio.
Estas Ondas Electromagnéticas viajan a
la velocidad de la luz (300.000 Km/s), y se clasifican en función del número de
ciclos u oscilaciones que hacen en un segundo (es decir, al recorrer 300.000
Km).
• Si hacen pocas oscilaciones decimos que
son de Baja Frecuencia (por ejemplo, una onda que hace una sola oscilación en
un segundo, decimos que tiene una frecuencia = 1 Hz y recorre con una sola
oscilación 300.000 Km)
• Si hacen muchas oscilaciones decimos que
son de Alta Frecuencia (por ejemplo, si una ondea hace 1.000.000.000
oscilaciones en un segundo, decimos que tiene 1.000.000.000 Hz = 1 GHz, y
recorre 0,0003 Km o 30 cm en cada oscilación de onda.
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